lunes, 6 de diciembre de 2010

Después de la feria

Nos fue muy bien en la feria. El día arrancó con un cielo de cine catástrofe, una especie de gris azulado que siempre me hace pensar en el casco hipotético de un SS Poseidón volador a punto de partirse sobre nosotros, y con Pablo pensamos que se cancelaba de nuevo, o yo lo pensé y tal vez lo haya dicho en voz alta o no, no me acuerdo. Pero por la tarde se puso bien, y después se puso francamente lindo y cuando llegaron nuestras familias daba gusto estar a la intemperie en esa plaza perfecta y tener la suerte de estar ahí pasando el día: mate, un helado con los chicos, fulbito con mi hijo, jugar al monstruo Arrrr con mi hijita, compartir con ellos un día perfecto.
Llevamos más o menos lo de siempre y hablamos de los mismos asuntos, que cada día nos parecen más importantes: publicar nuevas revistas de cómics, libros que queremos escribir y los que estamos escribiendo, y proyectos más híbridos que cada vez nos atraen un poco más. Cuando conversamos sobre estas cosas, nos da la sensación de estar reinventando el mundo y las maneras de ser autores. Es una buena ilusión, y teníamos todo el día.
Y aunque no tiene sentido contar la anécdota, sí tiene sentido decir que le estamos dando alguna forma a un concurso para dibujantes que quieran colaborar con Camulus. Lo vamos a avisar a través de este blog, de Stories Everywhere , desde el de Camulus y quizás a través del blog de Pablo, Join The Talk
Vino mi hermano Juan a visitarnos (los stands tienen algo de libertad pero algo de cárcel también, y te visitan) y ojalá hubiéramos armado un cómic ahí mismo, por combustión espontánea. Faltó poco pero esta vez no se dio. Y vino José Luis (la próxima hay que traerle una guitarra. Con dos guitarras nos vamos de tema, de feria, de todo, pero una hay que llevar, que funcione de la misma manera que funciona un mate).
Compartimos mesa (y mucha charla sobre edición, proyectos, poesía) con Jorge Rivelli, el editor de Revista Omero poesía, fanático de Tom Waits, gustoso de Sam Shepard, de toda esa fantástica generación beat que hubo y que nunca se va a repetir. Todavía sigo pensando en la historia del camionero Big Joe que nos contó, y tratando de creer que eso es una canción, o que una canción puede hacer eso (pero entonces me digo: Waits puede cualquier cosa). Espero que se dé compartir de nuevo mesa con él, fue realmente un gusto.
Compartimos dos o tres minutos de la vida de gente muy interesante: nuestras familias, amigos, y personas cuyos nombres nunca supimos pero con quienes compartimos algo con la excusa de un stand --otros autores, libreros, cineastas de pelis de terror, maquilladoras, gente con proyectos y otros con oficios o sueños o vidas que no mencionaron específicamente pero que estaban en alguna parte frente a sus ojos o detrás de ellos.
Al lado de nuestra mesa había una familia de libreros; tuvieron que cerrar la librería hace muy poco, todavía se los ve con bronca o con pena, pero ahora está viendo cómo abrirla de una manera totalmente nueva.
Cassandra, de Ala Carga Ediciones Nómades, vive haciendo viajes a dedo por toda Latinoamérica llevando lectura donde no la hay y publicando e ilustrando libros acerca de todas estas experiencias. La editorial viaja con nosotros, me dijo. Sé que la Boutique del Libro de San Isidro va a tener algunos de los libros de Ala Carga en consignación, mientras ella sale otra vez de aventura.


Y hablamos con gente que quiere hacer cosas y se las rebusca para hacerlas, como un profesor de computación que es también un aventurero, que autofinanció alguna vez su propio programa cultural de radio y que tiene una causa muy concreta y literaria: hace al menos un año planea organizar ferias de lectura en este partido: una vez por mes. Hablamos con él mucho tiempo también. Teníamos mucho para conversar con él.
Si todo lo que Pablo y yo aprendimos de comunicación, medios, publicidad, industria cultural, en estos años, pudiéramos volcarlo hacia una actividad de promoción cultural... Cuántas revistas están estancadas. Cuántos eventos culturales suceden a todo pulmón pero sin que nadie se entere. Tal vez mejoraría mi karma. De verdad, a veces caigo en la cuenta que sabemos cosas que podrían ayudar mucho.

Conseguí material muy interesante --dos libros de viajes de Ala Carga, un par de números de Sudestada (que también estaban presentes; me quedé con ganas de llevar el libro sobre Walsh que escribieron los muchachos) donde nuestro querido Alejandro Farías serializó una historieta de su antología "La fábrica", una serie de libros de poesía de La carta de Oliver y de Ediciones del Dock, entre ellos uno que me llamó mucho la atención, de Andrés Boholavsky ("China ocho milímetros") sobre un personaje que se encuentra no sé bien si en un hospital o en un psiquiátrico y tiene alucinaciones con personajes y situaciones de la antigua China sin salirse nunca del presente. También me llevé "La vuelta al día en ochenta mundos", que por alguna razón jamás había comprado antes y que en la librería que teníamos en la mesa vecina guardaban misteriosamente desde el día uno sin que nadie lo llevara --curioso, un libro que vende tan bien. Cosas de los encontronazos y curiosas triangulaciones que el destino aprovecha vaya uno a saber por qué o cómo.

Incluso vendimos algunas revistas. Aunque la verdad es que nunca vamos a vender revistas. Las ferias de libros o de cómics no son realmente para eso. Las revistas son nuestra excusa para tener un stand, y cuando pasa todo lo de más arriba, valió la pena ir. Las ferias son ferias de personas y de las historias de esas personas, realmente. Es así de simple. 

Es la primera vez que no llevamos cámara, así que les debo las fotos.
Y quedé en pasarle este poema a José Luis, en el que algo vio, así que acá va:

El espacio de tus dos pies
en centímetros cuadrados
El volumen de tu cuerpo
es un asunto tubular:
un cilindro al lado de otro y de otro
y todo va embalado hacia alguna parte

Lo que sea que quede de aire
también está ocupado
por el sueño y por los olores
y por algo como pensamientos:
casi se pueden escuchar

Todos los cilindros
se mueven a la misma velocidad
y hay frenadas dominó
y las reglas del problema cambiarían
alterando una frecuencia en el tiempo
--es un problema de física.
Eso hay que decirles a los planificadores:
que se trata de un
problema de física

En un espacio de cilindros tambaleantes
casi no hay lugar para leer alguna cosa
ni para la lucha social
casi ni para escribir esto
o ser lo que cada uno está destinado a ser

1 comentario:

F. dijo...

Acá está la letra del tema de Tom Waits: "Big Joe and Phantom 309"

http://letras-traducidas.net/?p=5